21 abril 2015

Obediencia para Vivir

Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo de Dios nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios. 
(Juan 3.36 NTV)

¿Por qué obedecer al Hijo me da vida eterna? 

¡Esto suena como obras de justicia para salvación! ¿No se supone que la vida eterna se obtiene solo por arrepentimiento y fe en El Mesías? 

Veamos el contexto que estuvimos estudiando en el tema "La Superioridad de El Mesías". (Este está aquí en este mismo blog) 

Juan el bautista nos ha mostrado que El Mesías es superior a todo por cinco razones:
  1. El Mesías es de origen divino (Juan 3.31) 
  2. El Mesías conoce todo lo verdadero por experiencia propia y de primera mano (Juan 3.32) 
  3. El Mesías siempre ha estado de acuerdo con el Padre y su testimonio es válido (Juan 3.33) 
  4. El Mesías experimenta el Espíritu de manera ilimitada (Juan 3.34)
  5. El Mesías es supremo porque el Padre le otorgó tal preponderancia (Juan 3.35) 
Es por tal motivo que Juan el bautista, en humildad, reconoce "Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos". (Juan 3.30)

Esta debe ser nuestra actitud frente a la revelación de El Mesías a nuestra vida. Por lo tanto, si no reconocemos Su superioridad no tendremos una actitud de obediencia a Él y por lo tanto no tendremos la vida sino que la ira de Dios permanece sobre nosotros. 

No tener la actitud de Juan el bautista es estar en tres actitudes que nos hacen transgredir la superioridad de El Mesías. Estas tres actitudes, como han sido mencionadas en el estudio anterior, son: egoísmo, humanismo, narcisismo. Estas tres actitudes, a mi ver, enmarcan o engloban todas las actitudes que el ser humano desarrolla en su vida y lo hacen soberbio ante el Creador y su creación. 
  • Egoísmo: El egoísta todo lo quiere para él. Un egoísta sólo piensa en sí mismo y en cómo puede satisfacer su propia persona. Está cegado a lo que otros necesitan  pues piensa que sus necesidades son la únicas importantes. El egoísta puede ser que llegue a buscar la ayuda del Mesías, pero muchas veces lo hace únicamente para sus propios beneficios personales. Esto ocasiona una distorsión de su devoción al Mesías. Podemos ver esta distorsión en creencias como el evangelio de la prosperidad, la palabra de fe o la palabra positiva, la declaración positiva y tantas otras que apelan únicamente a satisfacer sus deseos egoístas. Obviamente, el egoísta lo que está haciendo es rechazar al Mesías pues sus necesidades son primero y buscará dónde puedan ser satisfechas, dejando de lado la soberanía, la provisión y autoridad del Mesías. 
  • Humanismo: El humanista cree que todo lo puede sin la ayuda de nadie. Va por la vida creyéndose una especie de súper héroe. Está convencido que todo esfuerzo humano lo sacará adelante y cree que todo lo tiene que hacer él, porque si no es así, no está bien hecho. Cuando sus esfuerzos humanos son recompensados se llena de orgullo creyendo que es el mejor. Esto, por ende, lo lleva a ser soberbio y se aísla pensando que no necesita de nadie más. Por supuesto cree no necesitar del Mesías, ni del Creador, ni de ningún "ser superior", muchos de estos se auto proclaman "ateos". 
  • Narcisismo: El narcisista es el que se cree superior a otros. Estos sólo tienen ojos para sí mismos. Desprecian a otros, sus cualidades, sus características, su personalidad, etc. Cree que él, su manera de ser o vivir y ver la vida, lo hace estar por encima de los demás. El narcisista necesita del estímulo de su imagen para sentirse bien y, por ende, necesita de la adulación de otros. Esto lo hace sentirse único en el mundo elevándose a un grado de sentirse una especie de "dios". Es obvio que el narcisista no buscará al Mesías pues no tiene la capacidad para humillarse ante alguien superior a Él.
La vida está marcada por estas tres actitudes y mucho de lo que hacemos en nuestra vida y la manera en la que nos relacionamos con la gente, tienen su raíz en estas actitudes. Entonces, cuando estas actitudes están siendo un estilo de vida en nosotros, nuestra actitud es contraria a la de Juan el bautista y, por lo tanto, estamos transgrediendo la superioridad que El Mesías tiene pues nuestros actos no reflejan humillación, sometimiento y sujeción a Él. Estamos transgrediendo la superioridad del Mesías pues estamos siendo desobedientes a su autoridad y, por ende, no tenemos la vida sino que permanecemos bajo la ira del juicio de Dios. Debemos reconocer que todos desarrollamos estás tres actitudes en alguna área de nuestra vida y en algún momento determinado. Así pues, debemos reflexionar preguntándonos ¿de qué manera estos siendo egoísta, humanista y narcisista? Debemos respondernos con franqueza pues esto ocasiona que estemos rechazando la superioridad del Mesías. 

Para darnos un ejemplo, estas tres actitudes las encontramos en el huerto del Edén con Adám y Java (Eva) las cuales los separaron del Creador y de igual manera nos separan a nosotros si vivimos en ellas. Analicemos:

Génesis 1.27-30; 2.15-17 (NTV) "Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo. Entonces Dios dijo: ¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida; y eso fue lo que sucedió. El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara; pero el Señor Dios le advirtió: Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás." Dios pone al hombre y a la mujer en el huerto de Edén como jefes y gobernantes. Les otorga privilegios y responsabilidades pero también les da mandatos que deben obedecer. Pero hay un mandato especial y era que NO debían comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal y les especifica que si comen de él sin duda morirán.
Génesis 3.1-6 (NTV) "La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: -¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? -Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto -contestó la mujer-. Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán. -¡No morirán!- respondió la serpiente a la mujer-. Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal. La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió."
  • Egoísmo: La serpiente era astuta y su pregunta es empleada con astucia: ¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? Dios NO les dijo que no podían comer de ningún árbol, sino solo del árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente con su astucia prácticamente le está diciendo a Eva: "si no puedes comer de ningún árbol ¿para qué fueron creados?" Con esto, la serpiente propicia el egoísmo en Eva. Recordemos que el egoísta todo lo quiere para él, y Eva, no se conformó con lo que tenía, ella debía tenerlo todo, inclusive el fruto del árbol que estaba prohibido. Con esto despreció la orden del Creador por su condición egoísta. Cuando permitimos que el egoísmo controle nuestras acciones lo que estamos haciendo es querer todo para nosotros y por ende despreciamos aquellos mandatos dados por el Creador que nos hablan acerca de nuestras sanas relaciones con el prójimo que tienen que ver con la ayuda mutua, el servicio, la caridad, etc. Esto es una transgresión, como lo hizo Eva, al mandato del Creador. Y como lo dijimos antes, el egoísta tendrá como prioridad sus necesidades antes que humillarse en obediencia ante la supremacía del Mesías para cumplir Su voluntad. 
  • Humanismo: El mandato del Creador era: "Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás", pero Eva agrega algo más: "No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen morirán." El Midrash de Bereshit (La interpretación de los sabios de Israel sobre Génesis) dice lo siguiente: "La verdad era que Hashem no había prohibido tocarlo sino que Adam se había impuesto esta prohibición como una seguridad adicional por la cual evitarían cualquier contacto cercano con aquel árbol. Adam estaba tan satisfecho con esta idea que olvidó mencionarle a Java que era solamente una precaución auto-impuesta a fin de salvaguardar la ley de Hashem."  Sigue diciendo el Midrash de Bereshit: "la serpiente actuó. Empujó a Java hacia el árbol. -"Ves"- le dijo "no has muerto al tocar el árbol. Tampoco morirás cuando comas su fruto. La razón por la cual Él te prohibió comer de sus frutos era para que no obtengas el conocimiento del bien y del mal que Él posee." Entonces, sea que haya sido así realmente lo que sucedió o no, algo que sí podemos ver en la actitud de Eva es el humanismo puro. Dijimos que el humanismo es la actitud de alguien que cree que todo lo puede sin la ayuda de nadie. Eva, al tocar el árbol, quedó convencida de que realmente no le pasaría nada pues no murió y su ambición la llevó a olvidar el mandato del Creador. Ella pensó que todo lo podía pues, si no le pasó nada por tocar el árbol, tampoco le pasaría nada por comer del fruto. Así es el humanismo, nos hace creer que todo lo podemos y que no habrá consecuencias. Pensamos que podemos transgredir los mandatos de nuestro Creador y no nos pasará nada. La Palabra es clara cuando dice: Los que no obedecen al Hijo de Dios nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios. (Juan 3.36 NTV)
  • Narcisismo: Eva quedó convencida y "vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría." Dice Génesis que Eva quiso la sabiduría que le daría el fruto del árbol. Con esto podemos ver la actitud narcisista. El narcisista se cree superior a otros. ¿Para qué quería Eva la sabiduría? para ser superior y en su caso, para ser como el Creador. El narcisista se cree superior aunque no lo sea. Se la pasa comparándose con otros que cree inferiores. Así que, si nosotros tenemos la más mínima pizca de superioridad sobre otros, estamos siendo igual de narcisistas que Eva y estamos transgrediendo la voluntad del Creador, esto significa que no estamos haciendo del Mesías el supremo en nuestra vida pues con nuestras actitudes narcisistas estamos diciendo que somos superiores a Él pues Él hizo una creación a la cual soy superior. 
El Creador dijo que si comían del árbol iban a morir, pero ¿por qué no murieron? podemos preguntarnos. La verdad es que sí murieron, dice Génesis 3.19 "Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás" (NTV)

¿Cómo afectó la transgresión de Adán y Eva? Veamos la carta a los Romanos 5.12 "Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron." (NTV) Dice la Biblia que la transgresión de Adán introdujo la muerte ¿esto significa únicamente la muerte física? Dice la Biblia en la carta a los Romanos 3.23 "Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios" (NTV) Esto quiere decir que nuestra transgresión nos separa de la gloria de Dios. No solamente transgredir la voluntad del Creador nos hace morir físicamente, sino también espiritualmente. Es por esto que obedecer al Hijo nos da vida eterna, pero NO obedecerlo nos hace permanecer bajo la ira de Dios. 

Leamos algunos versículos en los cuales El Mesías nos habla acerca de la vida (estos versículos están citados en la Nueva Traducción Viviente NTV):
  • Juan 1.1-5,14 "En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla... Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre."
  • Juan 5.39-40 "Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí! Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida."
  • Juan 12.44-50 "Jesús le gritó a la multitud: Si confían en mí, no confían solo en mí, sino también en Dios, quien me envió. Pues, cuando me ven a mí, están viendo al que me envió. Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad. No voy a juzgar a los que me oyen pero no obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo. Pero todos los que me rechazan a mí y rechazan mi mensaje serán juzgados el día del juicio por la verdad que yo he hablado. Yo no hablo con autoridad propia; el Padre, quien me envió, me ha ordenado qué decir y cómo decirlo. Y sé que sus mandatos llevan a la vida eterna; por eso digo todo lo que el Padre me indica que diga."
  • Juan 6.63 "Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida."
  • Juan 10.10 "El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante".
En estos versículos El Mesías está relacionando la obediencia a Sus mandatos con la vida eterna ¿por qué es esto así? ¿No se supone que la salvación es por fe y no por obras? Esto es así, sencillamente, porque Él es la Palabra y de Él emanan los mandatos. Es decir que, obedecer Su Palabra, obedecer Sus mandatos, es tener fe en Él para vida eterna. ¿Cómo podemos decir que creemos en Él si no le obedecemos? Si decimos creer en Él, pero no le obedecemos, entonces realmente no tenemos la vida sino que la ira de Dios permanece sobre nosotros. Pero obedecerlo a Él no solamente nos da vida eterna sino también una vida dichosa aquí en la tierra.

Entonces la siguiente pregunta que debemos hacernos es ¿qué se necesita para obedecer la Palabra que me da vida? 

Bendiciones!!