23 noviembre 2012

El Verbo se Hizo Hombre y Habitó entre Nosotros

Juan 1:1-18 (NVI)
"En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.  Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.  En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.  Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió  como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.  Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo. El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció. Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron.  Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.  Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios. Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: «Éste es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo.” »  De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia,  pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.  A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer".

Estos versículos nos revelan una grandiosa verdad que, lamentablemente, muchos no quieren entender. Mientras otros voltean a las estrellas buscando una respuesta a la creación. O buscando a seres "inteligentes" creyendo que ellos fueron quienes planearon y construyeron nuestra existencia.

La evidencia Bíblica e histórica nos revelan el gran milagro del único Dios verdadero: ¡hacerse hombre y habitar entre nosotros!. Ahí está revelado en 18 versículos, en unas cuantas líneas fáciles de leer. Debemos bajar nuestros ojos para leer estas líneas y dejar de ver las estrellas.

Jesucristo es el mismo Dios. Jesucristo es aquel que todos anhelan ver. Al que millones le piden. Aquel en el que muchos "creen" a su manera. Es aquel en el que muchos ponen sus esperanzas y le elevan una plegaria buscando su favor.

Pero el texto nos revela la forma en cómo podemos conocerlo de forma íntima y personal: "mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios".

Aquí tienes la respuesta. Solo aquellos que hemos sido capaces de reconocer que Él es el único Dios manifestado en carne, podemos tener la bendición de conocerlo personalmente. Conoceremos al verdadero y único Dios, con toda su gloria y majestad, si reconocemos que Jesucristo es Dios mismo.

¿Quieres conocer al único y verdadero Dios? Ven a Jesucristo pues él te lo mostrará!!

Bendiciones a tu vida!!

Pas. David Aviña
Cimentados sobre la Roca!!