28 agosto 2012

Viviendo el Reino de Dios


Jesús dijo también: «¿Semejante a qué es el reino de Dios? ¿Con qué lo compararé? Pues es semejante al grano de mostaza que alguien toma y siembra en su huerto, y ese grano crece hasta convertirse en un gran árbol, en cuyas ramas ponen su nido las aves del cielo» Y volvió a decir: «¿Con qué compararé el reino de Dios? Pues es semejante a la levadura que una mujer toma y guarda en tres medidas de harina, hasta que toda la masa fermenta» (Lucas 13.18-21 RVC)

Jesús siempre enseñaba con ilustraciones de manera que se entendiera correctamente lo que quería decir. Podemos verlo usando la misma naturaleza para ejemplificar su enseñanza. Podemos verlos usando situaciones de la vida para presentar algún principio de vida. Podemos verlo usando a las mismas personas, como lo niños, por ejemplo, para enseñarnos quienes son los que entran en Su Reino.
En esta ocasión lo vemos usando las semillas de mostaza y la levadura. Dice que el Reino de Dios es como una semilla de mostaza. La semilla de mostaza es la más pequeña de todas las semillas. Sin embargo, cuando crece, produce un árbol frondoso dónde aun los mismos pájaros pueden anidar en él, pero es tan frondoso, que puede ser usado como una sombra muy agradable. Es un árbol robusto en el cual uno se puede trepar y pasar un buen tiempo descansando sobre sus ramas.  
Por otro lado, la levadura es un organismo vivo, generalmente un hongo, que produce enzimas, los cuales provocan cambios bioquímicos importantes en productos orgánicos naturales: fermentación. La levadura en la harina provoca que el pan dure varios días sin echarse a perder.

¿Qué Podemos Aprender de Esta Ilustración que nos da Jesús?

            Si el Reino de Dios es como la semilla de mostaza, es decir, crece tan grande dónde nos podemos refugiar en él. Y si es como la levadura, la cual fermenta la maza y provoca que ésta permanezca para que el pan no se eche a perder. Nosotros como parte del Reino de Dios debemos tener este mismo proceso de transformación en nuestro ser.
            Como ya lo sabemos, la vida cristiana no es estática, ni pasiva, ni introvertida y mucho menos ésta hecha para que la vivíamos únicamente en el marco de la reunión de la iglesia local. La vida cristiana está hecha para que diariamente, por donde quiera que estemos y hagamos, la gente se dé cuenta que en Cristo Jesús tenemos la mejor vida que podemos vivir.
            Nuestro deber como cristianos es permitir que el Reino de Dios nos leude. Es decir, que mantenga siempre fresca nuestra relación con Dios, y al leudarnos, podremos crecer, como crece la semilla de mostaza, pero en madurez cristiana. Pero todavía va más allá la enseñanza. Al ser leudados y experimentar el crecimiento como la semilla de mostaza, estamos preparándonos para servir a otros.
            Como siervos del Señor Jesucristo, debemos darle sentido a este mundo y mantenerlo fresco con el evangelio. Pero también, debemos ser un cobijo dónde el necesitado se pueda refugiar. La vida cristiana no es solamente lo que Dios tiene para mí, sino, al recibir lo que Dios tiene para mí, ofrecerlo al que no lo tiene. Vivir el Reino de Dios es hacer estas dos cosas. Estaríamos viviendo incompletamente el Reino de Dios si sólo nos esforzamos en recibir y no dar, o en querer dar sin antes recibir de Él.
            Así pues te invito a que vivas el Reino de Dios. Es decir, a que permitas que el Reino de Dios te haga crecer y te leude. Pero también a que tú leudes a otros y los hagas crecer con el evangelio.

Bendiciones a tu vida!!

 
Pas. David Aviña
Cimentados sobre la Roca!!

26 agosto 2012

BUENAS COSAS A LOS QUE LE PIDAN!!

Hay un pasaje en las Escrituras que, en lo personal, ha sido de gran bendición para mi vida.

Hace ya mas de dos años, cuando nuestro segundo hijo iba a nacer, el Señor me dió este pasaje como promesa y, a pesar que lo había leído cientos de veces como pastor, en ese momento fue de gran relevancia para mi.

Este pasaje dice:

»Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan! (Mateo 7:7-11 RVC)

Es clara la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo en estos versículos!!
"Pidan, busquen y llamen" porque el que pide, recibe, el que busca, encuentra, y al que llame se le abrirá.

Así de simple, así de sencillo!!

Y mas sorprendente aun es que dice que si nosotros, que somos malos, sabemos dar buenas cosas a nuestros hijos, ¡cuanto más nuestro Padre Celestial dará buenas cosas a los que le PIDAN!

Así de simple, así de sencillo!!

Frente a estas promesas entonces ¿por qué pactar con Dios por un milagro? ¿por qué pedir dinero para que Dios te responda una petición? ¿Qué acaso es mas poderoso Dios cuando pactas con él con dinero? Martin Lutero estuvo en contra de las indulgencias que pedía la Iglesia Católica ¿pactar con dinero con Dios no es acaso algo muy parecido?

Espero que reflexiones en esto, pero el mensaje del Señor Jesucristo es claro, solo debes pedirle, buscarle, y llamarle, Él se encargará de lo demás.
Bendiciones!!