14 octubre 2015

Fe de Grano de Mostaza

"Ustedes no tienen la fe suficiente - les dijo Yeshua el Mesías-. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: Muévete de aquí hasta allá", y la montaña se movería. Nada sería imposible" (Mateo 17.20)

Es impresionante esta declaración que hace nuestro Salvador. Nos está hablando de una fe que tiene poder, al final Él dice que "nada sería imposible" ¿crees esto? 

Esta fe de la que está hablando nuestro Salvador es la auténtica fe. Una fe que no está basada en supersticiones, que no está basada en el "tal vez", que no está basada en algo incierto, o en un pensamiento positivo. Es la Fe Verdadera que todo creyente en Él debe desarrollar. 

Esta fe verdadera es lo que en Hebreo se dice "emunah" y tiene tres aspectos los cuales los podemos comprobar en Romano 8.28 "Y sabemos que el Eterno Dios hace que TODAS las cosas cooperen para el BIEN de quienes lo aman y son llamados según el PROPÓSITO que Él tiene para ELLOS:

1. Cree que todo proviene del Eterno Dios

2. Como todo proviene del Eterno Dios, entonces, todo es bueno. (Ojo, no estoy diciendo que solo vendrán cosas bonitas, sino que, aún lo que aparentemente es malo, en realidad el Eterno lo está produciendo para bien) De aquí surge el tercer aspecto que es lo que en realidad nos dará caracter.

3. Debemos tomar una enseñanza para nuestra madurez. 

Este pasaje es muy desafiante pues dice que si tuvieran fe como un grano de mostaza podrían decirle al monte que se mueva de un lugar a otro. Creo entonces que el énfasis de este texto no se encuentra en que si crees que la fe sea como un grano de mostaza, más bien, el énfasis se encuentra en que si crees que el monte se moverá. 

Muchos pueden pensar que nuestro Salvador está hablando figurativamente. Muchos realmente creen que eso es IMPOSIBLE. 

Y el punto es este... 

Si tú eres de los que piensan que nuestro Salvador está hablando figurativamente porque realmente no se moverá el monte, entonces, déjame decirte, que NO tienes fe ni siquiera del tamaño de una grano de mostaza.  

Pensemos en esto, oremos por esto y sigamos su Palabra en obediencia para que nuestra fe crezca al tamaño de un grano de mostaza y podamos mover montes. 

Shalom!!

08 octubre 2015

Justificados por la Fe

"Pero, he aquí la Palabra de YHVH a él, diciendo: No te heredará este. sino que te heredará uno que saldrá de tus entrañas. Y lo sacó fuera, y le dijo: Contempla ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a YHVH, y le fue contado por justicia" (Génesis 15.4-6) 

Creer en la PALABRA del Eterno Dios es lo que nos justifica delante de Él. 

¿Cómo es esto? 

La Biblia dice en Romanos 4.1-5 "¿Qué pues diremos que halló Abraham nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue declarado justo por obras, tiene de qué gloriarse; pero no lo tenía ante Dios. Pues, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado para justicia. Al que obra, no se le cuenta el salario como gracia sino como deuda, pero al que no obra, sino que CREE EN el que declara JUSTO al impío, su fe le es contada como justicia". 

Abraham fue declarado Justo, no por las obras, sino por la fe obediente en la Palabra del Eterno Dios. 

Dice la Biblia en Romanos 5.1-2 "Por tanto, habiendo sido declarados JUSTOS POR LA FE, tenemos paz ante Dios mediante nuestro Señor Jesucristo. Por medio de quien también hemos obtenido derecho de entrada a esta gracia en la cual estamos FIRMES, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

El evangelio de Juan en su capítulo 1 versículos 1 y 14 nos dicen quién es Jesucristo:
- v. 1 "En un principio era el Logos, y el Logos estaba ante Dios, y Dios era el Logos"
- v 14 "Y el Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad". 

Yeshua el Mesías (Jesucristo) es la PALABRA del Eterno Dios!!

¿Te hace sentido? Al igual que Abraham, nosotros podemos ser justificados por la fe en la Palabra sabiendo que la Palabra es Yeshua el Mesías. 

Pero ¿qué significa esto? Esto significa que debemos, no sólo creer en Él, sino CREERLE a Él y demostrarlo con nuestra fe obediente a Su Palabra.

Esto es completamente coherente con lo que Yeshua el Mesías dice en Juan 15.10 "Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como Yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor". 

Yeshua el Mesías es nuestro ejemplo de obediencia a los mandamientos de Su Padre Celestial. Eso es lo que significa tener "Fe Obediente". Tener fe obediente es obedecer la Palabra del Eterno Dios los cuales son sus mandatos dados en la Escritura y, Yeshua el Mesías es esta Palabra que debemos obedecer. Es por tal motivo que Rab Shaul (apóstol Pablo) dice que tenemos paz con el Eterno Dios pues hemos sido justificados por la Palabra que es Yeshua el Mesías. 

Shalom!!

* Todas las citas bíblicas son tomadas de la versión Biblia Textual publicada por Sociedad Bíblica Iberoamericana 1999 editorial Holman Bible Publishers.
* La cita bíblica de la imagen es tomada de la NTV 

29 septiembre 2015

Todo o Nada

"Escucha bien: ¡hoy te doy a elegir entre una bendición y una maldición! Recibirás bendición si obedeces los mandatos del YHWH tu Dios que te entrego hoy; pero recibirás maldición si rechazas los mandatos del YHWH tu Dios y te apartas de él y rindes culto a dioses que no conocías." (Deuteronomio 11:26-28 NTV)

No es difícil para nosotros aceptar que debemos obedecer a nuestro Eterno Dios. De echo, creemos que es un deber santo. El pasaje de Deuteronomio nos dice claramente que solo hay uno de dos caminos a elegir: obedecer o desobedecer. Cada uno de estos dos caminos lleva a un destino que, si es prometido por Dios, entonces debemos estar seguro que al final del camino nos toparemos con ese destino. Es decir, no podemos decidir no obedecer sus mandatos y esperar que nos vaya bien en la vida, como tampoco podemos obedecer sus mandatos y que nos vaya mal en la vida. Si creemos que Dios es inmutable y verdadero, entonces podemos confiar que si le obedecemos en sus mandatos recibiremos bendición, pero, que si no le obedecemos, no podemos esperar otra cosa mas que la maldición. Esto no es porque Dios sea malo, al contrario, es porque es bueno. 

Pensemos en esto: A un hombre culpable nunca le gustaría estar frente a un juez bueno. Tal vez este hombre piensa: "este juez es bueno, se va a compadecer de mi, le ofreceré cierta cantidad por mi libertad, le diré un "choro" acerca de mi familia y, como es bueno, se va a compadecer de mí". Pero este hombre está mal interpretando la bondad de este juez. El hecho de que sea bueno, no significa que es "baquetón", significa que hará su trabajo con integridad. Por lo tanto este juez sentenciará al culpable de acuerdo a como la ley lo marque. 

Lo mismo ocurre con nosotros. Muchas veces confundimos la bondad del Eterno Dios y pensamos que porque Él es bueno no nos va a pasar nada si no le obedecemos. ¿Cuantas excusas ponemos ante Él para intentar sobornarlo? No confundamos la bondad del Eterno Dios. Si Él es bueno, eso significa que cumplirá todo lo que Él ha dicho. 

Una de las más grandes excusas para no obedecerlo es la "gracia". Muchos creen que porque ya están en la gracia, ya no deben obedecer los mandatos de los que habla Deuteronomio 11.26-27. La gracia se define como: "el favor inmerecido de Dios". Y comúnmente está relacionada esta definición como el favor de parte de Dios de enviar a Su Hijo el Salvador a liberarnos de la esclavitud del pecado. Esto lo encontramos en la carta a los Romanos 5.12-21. Si esa es nuestra definición de gracia, creo que vamos por buen camino. El problema es cuando la gracia se confunde con una especie de opción para no obedecerle a Él y esto surge por una pésima interpretación de losl vv. 20-21 que dicen: "(20)La ley de Dios fue entregada para que toda la gente se diera cuenta de la magnitud de su pecado, pero mientras más pecaba la gente, más abundaba la gracia maravillosa de Dios. (21)Entonces, así como el pecado reinó sobre todos y los llevó a la muerte, ahora reina en cambio la gracia maravillosa de Dios, la cual nos pone en la relación correcta con él y nos da como resultado la vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor." (Romanos 5:20-21 NTV)

Muchos hacen toda una doctrina basada en el v. 20 diciendo que aunque tu pecado abunde, la gracia sobreabunda. Entonces, si la gracia sobreabunda, ¿cuál es el problema de que tu pecado abunde? Pero ¿qué significa pecar? ¡Desobedecer al Eterno Dios! ¿Desobedecer qué? Pues sus mandatos, como lo dijo en Deuteronomio 11.26-27. Ah!! pero la gracia sobreabunda!! Entonces no hay problema, sigue pecando. ¿No les parece ilógico este pensamiento? Pero este pensamiento es lo que hoy en día ha ocasionado que la iglesia se desvirtúe y permita tanta corrupción y maldad dentro de sus bancas.  

Al mismo apóstol Pablo le sorprende este tipo de pensamiento, dice la Biblia en Romanos 6.1-2  "Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?" (Romanos 6:1-2 NTV) Así que no seamos incongruentes, o le obedeces TODO al Eterno Dios, o no le obedeces nada!!

Continuará...

01 mayo 2015

Creer para Obedecer

Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios. (Juan 3:36 NTV)

Es sumamente importante obedecer al Hijo, pues, como lo vimos anteriormente en el estudio sobre "Obediencia para Vivir", obedecerlo me da vida porque Él es la Palabra y de Él emanan los mandatos. Es decir que, obedecer Su Palabra, obedecer Sus mandatos, es tener fe en Él para vida eterna.

Pero la pregunta que debemos respondernos en este estudio es ¿qué se necesita para obedecer la Palabra que me da vida? Esta pregunta parece muy obvia, el mismo texto lo dice, se necesita CREER, pero aunque parece tan obvia la respuesta, no es tan sencillo de aplicar a la vida diaria.

El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define "creer" de la siguiente manera: "Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado". Sin embargo, esta definición se queda muy corta. Si realmente quieres creer en algo ¿como hacerlo en algo que tu entendimiento no alcanza? Es más fácil creer en algo tangible o algo que está comprobado. Creer en algo que tu entendimiento no alcanza raya la locura y, como el Creador no quiere que parezcas loco o te digan loco porque crees en el Mesías, el te da una base firme para que creas en Él con entendimiento y con convicción. Esa base firme se encuentra en el testimonio que Juan el bautista nos dio acerca de la autoridad de Él Mesías, esa autoridad la podemos observar en los cinco puntos de porque el Mesías es superior en autoridad:

1. El Mesías es superior porque es de origen divino (Juan 3.31)
2. El Mesías es superior porque participó en la creación (Juan 3.32)
3. El Mesías es superior porque su testimonio es verdadero (Juan 3.33)
4. El Mesías es superior porque experimenta el Espíritu de manera ilimitada (Juan 3.34)
5. El Mesías es superior porque el Padre le dio tal preponderancia (Juan 3.35)

La Biblia nos relata un suceso donde, al parecer, uno de los apóstoles del Mesías no terminaba por convencerse en creer en Él (veamos Juan 14.6-11)
"Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. Si ustedes realmente me conocieran, también sabrían quién es mi Padre. De ahora en adelante, ya lo conocen y lo han visto. Felipe le dijo: —Señor, muéstranos al Padre y quedaremos conformes. Jesús respondió: —Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre? ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. Solo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer." (NTV)

Al parecer Felipe no está del todo convencido, pero El Mesías le dice que le crea por las mimas obras. A esto me refiero cuando digo que la definición del DRAE se queda corta en su definición sobre "creer". El mismo Mesías dice que debes creer de manera certera porque haz comprobado lo que crees.

La palabra "creer" que aparece en el texto de Juan 3.36 es una palabra en griego que significa "ser persuadido de, y por ello fiarse de, confiar. Significa en este sentido de la palabra, apoyarse en, no una mera creencia." (Diccionario Expositivo, W. E. Vine, ed. Caribe)

Pero esta palabra, en el idioma hebreo, que es el idioma que el Creador dio a su pueblo y en el cual se reveló, es "aman", que significa: "estar firme, aguantar, ser fiel, ser veraz, aferrarse, confiar, tener fe. Considerar que algo o alguien es digno de confianza implica un acto de plena confianza o fe. Este es el énfasis la primera vez que aparece "aman" en la Biblia "Y Avram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por Justicia" (Génesis 15.6)" (Diccionario Expositivo, W. E. Vine, ed. Caribe). Si nos damos cuenta, los dos términos establecen una base firme y segura para creer, no es una base inestable en la cual no puedes apoyarte porque tu entendimiento no alcanza.
 
Este pasaje de Génesis 15 es muy interesante para entender lo que significa creer:
"Tiempo después, el SEÑOR le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande. Abram le respondió: —Oh SEÑOR Soberano, ¿de qué sirven todas tus bendiciones si ni siquiera tengo un hijo? Ya que tú no me has dado hijos, Eliezer de Damasco, un siervo de los de mi casa, heredará toda mi riqueza. Tú no me has dado descendientes propios, así que uno de mis siervos será mi heredero. Después el SEÑOR le dijo: —No, tu siervo no será tu heredero, porque tendrás un hijo propio, quien será tu heredero. Entonces el SEÑOR llevó a Abram afuera y le dijo: —Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas. ¡Ese es el número de descendientes que tendrás! Y Abram creyó al SEÑOR, y el SEÑOR lo consideró justo debido a su fe. Entonces el SEÑOR le dijo: —Yo soy el SEÑOR que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra como posesión. Pero Abram respondió: —Oh SEÑOR Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla? Y el SEÑOR le dijo: —Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón de paloma. Entonces Abram le presentó todos esos animales y los mató. Luego partió a cada animal por la mitad y puso las mitades una al lado de la otra; sin embargo, no partió a las aves por la mitad. Algunos buitres se lanzaron en picada para comerse a los animales muertos, pero Abram los espantó. Al ponerse el sol, Abram se durmió profundamente, y descendió sobre él una oscuridad aterradora. Después el SEÑOR dijo a Abram: «Ten por seguro que tus descendientes serán extranjeros en una tierra ajena, donde los oprimirán como esclavos durante cuatrocientos años; pero yo castigaré a la nación que los esclavice, y al final saldrán con muchas riquezas. En cuanto a ti, morirás en paz y serás enterrado en buena vejez. Cuando hayan pasado cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí, a esta tierra, porque los pecados de los amorreos no ameritan aún su destrucción». Después de que el sol se puso y cayó la oscuridad, Abram vio un horno humeante y una antorcha ardiente que pasaban entre las mitades de los animales muertos. Entonces el SEÑOR hizo un pacto con Abram aquel día y dijo: «Yo he entregado esta tierra a tus descendientes, desde la frontera de Egipto hasta el gran río Éufrates, la tierra que ahora ocupan los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los hititas, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos»." (Génesis 15:1-21 NTV)

Este pasaje es la confirmación del la promesa que el Eterno dio a Avram y la confirma por medio de un pacto. Encontramos en este unos datos curiosos:

  • Cuando el Creador habla con Avram, este le pide una confirmación de lo que le está diciendo el Creador. Lo hace en forma de dos preguntas: "¿de qué sirven todas tus bendiciones si ni siquiera tengo un hijo?" a lo cual el Creador le responde "Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas. ¡Ese es el número de descendientes que tendrás!" La Biblia dice que Avram "creyó al SEÑOR, y el SEÑOR lo consideró justo debido a su fe". Después que el Creador le dice que le dará en posesión esa tierra, Avram le hace la segunda pregunta: "¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla?" A lo cual el Creador le responde por medio del pacto que va a establecer con Avram. 
  • Con la respuesta de estos dos hechos, podemos observar que el mismo Creador le dio una base segura en la cual Avram podía creer y esa misma base nos la da a nosotros por medio de la obra del Mesías. 

En ese momento Avram creyó, pero ahora nosotros podemos confirmar que el Eterno cumplió con su promesa, esta evidencia la tenemos a través del pueblo de Israel y por la revelación dada a través de Su Palabra manifestada a este mundo a través del Mesías.

En la Escritura podemos leer verdades eternas que nos da nuestro Padre Eterno y que son una base firme en la que podemos creer para obedecer al Hijo y vivir plenamente. Primero veamos los pasajes que nos hablan acerca de que las Escrituras son un libro inspirado por nuestro Padre Eterno y siendo así nos dan una base firme para creer en Él y obedecerle:

  • Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo. (Hebreos 1:1-2 NTV)
  • Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios. (2 Pedro 1:20-21 NTV)
  • Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. (2 Timoteo 3:16 NTV)
Siendo las Escrituras inspiradas por el Eterno podemos entender que son verdaderas y esto nos da una base firme en la cual podemos creer para obedecer. Los siguientes pasajes nos hablan sobre esto:

  • La hierba se seca y las flores se marchitan bajo el aliento del SEÑOR. Y así sucede también con los seres humanos. La hierba se seca y las flores se marchitan, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. (Isaías 40:7-8 NTV)
  • Mira cómo amo tus mandamientos, SEÑOR. Por tu amor inagotable, devuélveme la vida. La esencia misma de tus palabras es verdad; tus justas ordenanzas permanecerán para siempre. (Salmos 119:159-160 NTV)
  • La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe. (Isaías 55:10-11 NTV)
  • Por medio de Cristo, han llegado a confiar en Dios. Y han puesto su fe (creer) y su esperanza en Dios, porque Él levantó a Cristo de los muertos y le dio una gloria inmensa. Al obedecer la verdad, ustedes quedaron limpios de sus pecados, por eso ahora tienen que amarse unos a otros como hermanos, con amor sincero. Ámense profundamente de todo corazón. Pues han nacido de nuevo pero no a una vida que pronto se acabará. Su nueva vida durará para siempre porque proviene de la eterna y viviente palabra de Dios. Como dicen las Escrituras: «Los seres humanos son como la hierba, su belleza es como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita. Pero la palabra del Señor permanece para siempre». Y esta palabra es el mensaje de la Buena Noticia que se les ha predicado. (1 Pedro 1:21-25 NTV)

Este último pasaje de Pedro, es especial pues prácticamente está afirmando lo mismo que dice nuestro pasaje central de Juan 3.36. Y eso es así pues, tanto Pedro, como Juan, fueron discípulos de nuestro Maestro El Mesías y ellos sabían perfectamente que Él es una base firme para creer y obedecerle y de esta manera tener vida eterna por medio de Él.

Entonces, si creer es tener una base firme para obedecer podemos entender las palabras del Mesías cuando dice: "Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo." (Mateo 7:24-27 NTV)

Recapitulando, Juan el bautista dice que El Mesías es superior y da cinco razones para comprobarlo, entonces obedecerlo a Él nos da vida pues Él es la palabra que da vida, pero para obedecerlo necesitamos creerle, pero no es creerle de manera emocional o sentimental, sino que nos demuestra que realmente podemos creer en Él y que Él es una base firme en la cual podemos confiar. Entonces, creerle nos lleva a obedecerle y al obedecerle nos da vida. Si la vida la obtenemos al obedecer al Mesías y para obedecerle necesitamos creerle, nuestra siguiente pregunta es ¿Qué debemos creerle?

Bendiciones!!

21 abril 2015

Obediencia para Vivir

Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo de Dios nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios. 
(Juan 3.36 NTV)

¿Por qué obedecer al Hijo me da vida eterna? 

¡Esto suena como obras de justicia para salvación! ¿No se supone que la vida eterna se obtiene solo por arrepentimiento y fe en El Mesías? 

Veamos el contexto que estuvimos estudiando en el tema "La Superioridad de El Mesías". (Este está aquí en este mismo blog) 

Juan el bautista nos ha mostrado que El Mesías es superior a todo por cinco razones:
  1. El Mesías es de origen divino (Juan 3.31) 
  2. El Mesías conoce todo lo verdadero por experiencia propia y de primera mano (Juan 3.32) 
  3. El Mesías siempre ha estado de acuerdo con el Padre y su testimonio es válido (Juan 3.33) 
  4. El Mesías experimenta el Espíritu de manera ilimitada (Juan 3.34)
  5. El Mesías es supremo porque el Padre le otorgó tal preponderancia (Juan 3.35) 
Es por tal motivo que Juan el bautista, en humildad, reconoce "Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos". (Juan 3.30)

Esta debe ser nuestra actitud frente a la revelación de El Mesías a nuestra vida. Por lo tanto, si no reconocemos Su superioridad no tendremos una actitud de obediencia a Él y por lo tanto no tendremos la vida sino que la ira de Dios permanece sobre nosotros. 

No tener la actitud de Juan el bautista es estar en tres actitudes que nos hacen transgredir la superioridad de El Mesías. Estas tres actitudes, como han sido mencionadas en el estudio anterior, son: egoísmo, humanismo, narcisismo. Estas tres actitudes, a mi ver, enmarcan o engloban todas las actitudes que el ser humano desarrolla en su vida y lo hacen soberbio ante el Creador y su creación. 
  • Egoísmo: El egoísta todo lo quiere para él. Un egoísta sólo piensa en sí mismo y en cómo puede satisfacer su propia persona. Está cegado a lo que otros necesitan  pues piensa que sus necesidades son la únicas importantes. El egoísta puede ser que llegue a buscar la ayuda del Mesías, pero muchas veces lo hace únicamente para sus propios beneficios personales. Esto ocasiona una distorsión de su devoción al Mesías. Podemos ver esta distorsión en creencias como el evangelio de la prosperidad, la palabra de fe o la palabra positiva, la declaración positiva y tantas otras que apelan únicamente a satisfacer sus deseos egoístas. Obviamente, el egoísta lo que está haciendo es rechazar al Mesías pues sus necesidades son primero y buscará dónde puedan ser satisfechas, dejando de lado la soberanía, la provisión y autoridad del Mesías. 
  • Humanismo: El humanista cree que todo lo puede sin la ayuda de nadie. Va por la vida creyéndose una especie de súper héroe. Está convencido que todo esfuerzo humano lo sacará adelante y cree que todo lo tiene que hacer él, porque si no es así, no está bien hecho. Cuando sus esfuerzos humanos son recompensados se llena de orgullo creyendo que es el mejor. Esto, por ende, lo lleva a ser soberbio y se aísla pensando que no necesita de nadie más. Por supuesto cree no necesitar del Mesías, ni del Creador, ni de ningún "ser superior", muchos de estos se auto proclaman "ateos". 
  • Narcisismo: El narcisista es el que se cree superior a otros. Estos sólo tienen ojos para sí mismos. Desprecian a otros, sus cualidades, sus características, su personalidad, etc. Cree que él, su manera de ser o vivir y ver la vida, lo hace estar por encima de los demás. El narcisista necesita del estímulo de su imagen para sentirse bien y, por ende, necesita de la adulación de otros. Esto lo hace sentirse único en el mundo elevándose a un grado de sentirse una especie de "dios". Es obvio que el narcisista no buscará al Mesías pues no tiene la capacidad para humillarse ante alguien superior a Él.
La vida está marcada por estas tres actitudes y mucho de lo que hacemos en nuestra vida y la manera en la que nos relacionamos con la gente, tienen su raíz en estas actitudes. Entonces, cuando estas actitudes están siendo un estilo de vida en nosotros, nuestra actitud es contraria a la de Juan el bautista y, por lo tanto, estamos transgrediendo la superioridad que El Mesías tiene pues nuestros actos no reflejan humillación, sometimiento y sujeción a Él. Estamos transgrediendo la superioridad del Mesías pues estamos siendo desobedientes a su autoridad y, por ende, no tenemos la vida sino que permanecemos bajo la ira del juicio de Dios. Debemos reconocer que todos desarrollamos estás tres actitudes en alguna área de nuestra vida y en algún momento determinado. Así pues, debemos reflexionar preguntándonos ¿de qué manera estos siendo egoísta, humanista y narcisista? Debemos respondernos con franqueza pues esto ocasiona que estemos rechazando la superioridad del Mesías. 

Para darnos un ejemplo, estas tres actitudes las encontramos en el huerto del Edén con Adám y Java (Eva) las cuales los separaron del Creador y de igual manera nos separan a nosotros si vivimos en ellas. Analicemos:

Génesis 1.27-30; 2.15-17 (NTV) "Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo. Entonces Dios dijo: ¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida; y eso fue lo que sucedió. El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara; pero el Señor Dios le advirtió: Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás." Dios pone al hombre y a la mujer en el huerto de Edén como jefes y gobernantes. Les otorga privilegios y responsabilidades pero también les da mandatos que deben obedecer. Pero hay un mandato especial y era que NO debían comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal y les especifica que si comen de él sin duda morirán.
Génesis 3.1-6 (NTV) "La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: -¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? -Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto -contestó la mujer-. Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán. -¡No morirán!- respondió la serpiente a la mujer-. Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal. La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió."
  • Egoísmo: La serpiente era astuta y su pregunta es empleada con astucia: ¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? Dios NO les dijo que no podían comer de ningún árbol, sino solo del árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente con su astucia prácticamente le está diciendo a Eva: "si no puedes comer de ningún árbol ¿para qué fueron creados?" Con esto, la serpiente propicia el egoísmo en Eva. Recordemos que el egoísta todo lo quiere para él, y Eva, no se conformó con lo que tenía, ella debía tenerlo todo, inclusive el fruto del árbol que estaba prohibido. Con esto despreció la orden del Creador por su condición egoísta. Cuando permitimos que el egoísmo controle nuestras acciones lo que estamos haciendo es querer todo para nosotros y por ende despreciamos aquellos mandatos dados por el Creador que nos hablan acerca de nuestras sanas relaciones con el prójimo que tienen que ver con la ayuda mutua, el servicio, la caridad, etc. Esto es una transgresión, como lo hizo Eva, al mandato del Creador. Y como lo dijimos antes, el egoísta tendrá como prioridad sus necesidades antes que humillarse en obediencia ante la supremacía del Mesías para cumplir Su voluntad. 
  • Humanismo: El mandato del Creador era: "Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás", pero Eva agrega algo más: "No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen morirán." El Midrash de Bereshit (La interpretación de los sabios de Israel sobre Génesis) dice lo siguiente: "La verdad era que Hashem no había prohibido tocarlo sino que Adam se había impuesto esta prohibición como una seguridad adicional por la cual evitarían cualquier contacto cercano con aquel árbol. Adam estaba tan satisfecho con esta idea que olvidó mencionarle a Java que era solamente una precaución auto-impuesta a fin de salvaguardar la ley de Hashem."  Sigue diciendo el Midrash de Bereshit: "la serpiente actuó. Empujó a Java hacia el árbol. -"Ves"- le dijo "no has muerto al tocar el árbol. Tampoco morirás cuando comas su fruto. La razón por la cual Él te prohibió comer de sus frutos era para que no obtengas el conocimiento del bien y del mal que Él posee." Entonces, sea que haya sido así realmente lo que sucedió o no, algo que sí podemos ver en la actitud de Eva es el humanismo puro. Dijimos que el humanismo es la actitud de alguien que cree que todo lo puede sin la ayuda de nadie. Eva, al tocar el árbol, quedó convencida de que realmente no le pasaría nada pues no murió y su ambición la llevó a olvidar el mandato del Creador. Ella pensó que todo lo podía pues, si no le pasó nada por tocar el árbol, tampoco le pasaría nada por comer del fruto. Así es el humanismo, nos hace creer que todo lo podemos y que no habrá consecuencias. Pensamos que podemos transgredir los mandatos de nuestro Creador y no nos pasará nada. La Palabra es clara cuando dice: Los que no obedecen al Hijo de Dios nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios. (Juan 3.36 NTV)
  • Narcisismo: Eva quedó convencida y "vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría." Dice Génesis que Eva quiso la sabiduría que le daría el fruto del árbol. Con esto podemos ver la actitud narcisista. El narcisista se cree superior a otros. ¿Para qué quería Eva la sabiduría? para ser superior y en su caso, para ser como el Creador. El narcisista se cree superior aunque no lo sea. Se la pasa comparándose con otros que cree inferiores. Así que, si nosotros tenemos la más mínima pizca de superioridad sobre otros, estamos siendo igual de narcisistas que Eva y estamos transgrediendo la voluntad del Creador, esto significa que no estamos haciendo del Mesías el supremo en nuestra vida pues con nuestras actitudes narcisistas estamos diciendo que somos superiores a Él pues Él hizo una creación a la cual soy superior. 
El Creador dijo que si comían del árbol iban a morir, pero ¿por qué no murieron? podemos preguntarnos. La verdad es que sí murieron, dice Génesis 3.19 "Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás" (NTV)

¿Cómo afectó la transgresión de Adán y Eva? Veamos la carta a los Romanos 5.12 "Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron." (NTV) Dice la Biblia que la transgresión de Adán introdujo la muerte ¿esto significa únicamente la muerte física? Dice la Biblia en la carta a los Romanos 3.23 "Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios" (NTV) Esto quiere decir que nuestra transgresión nos separa de la gloria de Dios. No solamente transgredir la voluntad del Creador nos hace morir físicamente, sino también espiritualmente. Es por esto que obedecer al Hijo nos da vida eterna, pero NO obedecerlo nos hace permanecer bajo la ira de Dios. 

Leamos algunos versículos en los cuales El Mesías nos habla acerca de la vida (estos versículos están citados en la Nueva Traducción Viviente NTV):
  • Juan 1.1-5,14 "En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla... Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre."
  • Juan 5.39-40 "Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí! Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida."
  • Juan 12.44-50 "Jesús le gritó a la multitud: Si confían en mí, no confían solo en mí, sino también en Dios, quien me envió. Pues, cuando me ven a mí, están viendo al que me envió. Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad. No voy a juzgar a los que me oyen pero no obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo. Pero todos los que me rechazan a mí y rechazan mi mensaje serán juzgados el día del juicio por la verdad que yo he hablado. Yo no hablo con autoridad propia; el Padre, quien me envió, me ha ordenado qué decir y cómo decirlo. Y sé que sus mandatos llevan a la vida eterna; por eso digo todo lo que el Padre me indica que diga."
  • Juan 6.63 "Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida."
  • Juan 10.10 "El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante".
En estos versículos El Mesías está relacionando la obediencia a Sus mandatos con la vida eterna ¿por qué es esto así? ¿No se supone que la salvación es por fe y no por obras? Esto es así, sencillamente, porque Él es la Palabra y de Él emanan los mandatos. Es decir que, obedecer Su Palabra, obedecer Sus mandatos, es tener fe en Él para vida eterna. ¿Cómo podemos decir que creemos en Él si no le obedecemos? Si decimos creer en Él, pero no le obedecemos, entonces realmente no tenemos la vida sino que la ira de Dios permanece sobre nosotros. Pero obedecerlo a Él no solamente nos da vida eterna sino también una vida dichosa aquí en la tierra.

Entonces la siguiente pregunta que debemos hacernos es ¿qué se necesita para obedecer la Palabra que me da vida? 

Bendiciones!!

08 abril 2015

Superioridad de El Mesías

(Es necesario que tengas una Biblia para leer todas las referencias en este estudio) 

¿Por qué Juan el bautista establece que El Mesías es superior a todo? 

Es importante entender el contexto por el cual Juan el bautista es llevado a hablar acerca de la superioridad de El Mesías. Este contexto lo encontramos en el evangelio de Juan 3.22–30. 

Veamos algunos puntos claves de este pasaje: 

- Juan el bautista dio testimonio sobre El Mesías (ver evangelio de Juan 3.28). Esto nos lleva al pasaje donde él dijo esto (ver evangelio de Juan 1.19–34) 

- Tanto en Juan 3.28 como en su referencia Juan 1.20 dice que él no es "el Cristo". 

"Cristo" en griego significa "ungido". Traduce, en la LXX, la palabra Mesías, término que se aplica a los sacerdotes que eran ungidos con el aceite sagrado, especialmente al sumo sacerdote (p.ej. Levítico 4.3,5,16). El título jo Cristos, "el Cristo", no se usa de Cristo en la versión LXX de los libros inspirados del AT. En el NT la palabra se usa frecuentemente con el artículo, del Señor Jesús, como un apelativo más que como un título (p.ej. Mateo 2.4; Hechos 2.31); sin el artículo (Lucas 2.11; 23.2; Juan 1.41) (Fuente: "Vine, Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, exhaustivo" ed. Caribe)
 
- El término "Cristo" es, entonces, el equivalente griego del nombre hebreo para "Mesías".

"Mesías" en hebreo significa "ungido; Mesías". Se refiere a alguien que han ungido con aceite, simboliza la unción del Espíritu Santo para tareas específicas. Se ungían a reyes (1 Samuel 24.6), sumo sacerdotes y algunos profetas (1 Reyes 19.16). El vocablo a veces se translitera "Mesías". Después de la promesa a David (2 Samuel 7.13), mashiaj se refiere inmediatamente a la dinastía davídica, pero al final apunta hacia el "Mesías", Jesucristo (cp. Salmos 2.2; Daniel 9.25; Juan 1.41) (Tomado y adaptado de "Vine, Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, exhaustivo" ed. Caribe)

(Hago mención de estos términos por dos razones; 1) primero porque Juan el bautista especifica que él no es el Mesías enviado para traer salvación y vida eterna; 2) creo que, fieles al estudio de la Palabra, debemos regresar a los términos dados por nuestro buen Padre Celestial estableciendo así sana doctrina) 

- Sin embargo, la discusión no está dirigida al término "Cristo" sino que se centra en una preocupación de los discípulos de Juan en el sentido de que El Mesías fuera su competencia (Juan 3.25)

- Juan el bautista, en lugar de sentir celos, exhibió fidelidad y humildad ante la superioridad de la persona y el ministerio de El Mesías y establece cinco razones para reconocer la superioridad de El Mesías que nosotros debemos hacer nuestras en nuestra vida diaria.  (Juan 3.30)

Estas "razones" están dadas por Juan el bautista y se encuentran en el texto basado en el evangelio de Juan 3.31–36. En cada una de estas "razones" vamos a comparar el texto base con otros textos de las Escrituras para "justificar" el testimonio y las razones de Juan el bautista.

Primera Razón: El Mesías es de origen divino. Evangelio de Juan 3.31 dice: "Él vino de lo alto y es superior a cualquier otro. Nosotros somos de la tierra y hablamos de cosas terrenales, pero él vino del cielo y es superior a todos." (Juan 3:31 NTV) 

La Biblia establece la divinidad del Mesías y algunos textos que podemos observar en las Escrituras son los siguientes (Génesis 1.6, 9, 14, 20, 24, 26; Juan1.1, 14) Comparar los versículos del primer capítulo de Génesis con los versículos del primer capítulo de Juan son, de manera especial, muy importantes. Génesis nos dice que el Creador dijo y fue hecho, esto significa que el Creador creó todas las cosas con el poder de Su Palabra y el evangelio de Juan nos dice que la Palabra estaba desde el principio, dando a entender el comienzo de todas las cosas, y que esta Palabra es el Creador y esta Palabra vino y habitó entre nosotros haciendo referencia al Mesías. 

Es por este motivo que la primera razón que nos da Juan el bautista para establecer la superioridad de El Mesías es que es de origen divino

Segunda Razón: El Mesías, al ser de origen divino, conoce todo lo verdadero por experiencia propia y de primera mano. Evangelio de Juan 3.32 dice: "Él da testimonio de lo que ha visto y oído, ¡pero qué pocos creen en lo que les dice!" (Juan 3:32 NTV)

Juan 1.3, 4  nos dice que todas las cosas fueron hechas por medio de Él y que Él le dio vida a todo lo creado, esto nos recuerda el pasaje de Génesis 1. Pero también podemos observar en las Escrituras (Biblia) el pasaje que se encuetra en Colosenses 1.15–20 dando testimonio de cómo Él estaba plenamente de forma activa y creadora en toda la creación. 

Estando El Mesías de manera activa y creadora en toda la creación Juan el bautista establece que Él conoce todo por experiencia propia y de primera mano

Tercera Razón: El Mesías, al ser de origen divino y conocer todo lo verdadero por experiencia propia y de primera mano, podemos decir que siempre estuvo de acuerdo con el Padre y por lo tanto su testimonio es válido. Evangelio de Juan 3.33 dice: "Todo el que acepta su testimonio puede confirmar que Dios es veraz." (Juan 3:33 NTV)

Ya hemos establecido la relación que hay en el Mesías como el Creador en pasajes como Génesis 1, Juan 1 y Colosenses 1. Pero encontramos también la relación entre el Mesías y el Padre en los siguientes pasajes Juan 1.2, Juan 14.8–11, Juan 5.19, 20 los cuales establecen que el testimonio de El Mesías es uno con el del Padre. 

Pero, para poder afirmar que el testimonio de El Mesías es completamente válido, comparto con ustedes estos siguientes pasajes:

Los fariseos respondieron: —¡Tú haces esas declaraciones acerca de ti mismo! Un testimonio así no es válido. —Estas afirmaciones sí son válidas, aunque las diga de mí mismo —respondió Jesús—. Pues sé de dónde vengo y adónde voy, pero eso es algo que ustedes no saben de mí. Ustedes me juzgan con criterios humanos, pero yo no juzgo a nadie. Y, si lo hiciera, mi juicio sería correcto en todo sentido, porque no estoy solo. El Padre, quien me envió, está conmigo. La misma ley de ustedes establece que, si dos personas concuerdan en algo, su testimonio se acepta como un hecho. Yo soy uno de los testigos, y mi Padre, quien me envió, es el otro. (Juan 8:13-18 NTV)

»Si yo diera testimonio en mi propio favor, mi testimonio no sería válido; pero hay otro que también da testimonio de mí, y les aseguro que todo lo que dice acerca de mí es verdad. De hecho, ustedes enviaron a sus hombres para que escucharan a Juan el Bautista, y el testimonio que él dio acerca de mí fue cierto. Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero digo estas cosas para que ustedes sean salvos. Juan era como una lámpara que ardía y brillaba, y ustedes se entusiasmaron con su mensaje durante un tiempo; pero yo tengo un testigo aún más importante que Juan: mis enseñanzas y mis milagros. El Padre me dio estas obras para que yo las realizara, y ellas prueban que él me envió. El Padre mismo, quien me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni lo han visto cara a cara, y no tienen su mensaje en el corazón, porque no creen en mí, que soy a quien el Padre les ha enviado. (Juan 5:31-38 NTV)

Por lo tanto, siendo Juan el bautista un testigo, El Padre que lo envió otro testigo, y las mismas obras de El Mesías otro testigo, podemos entonces, afirmar lo que Juan el bautista dio como razón para establecer la superioridad del Mesías, que el testimonio de El Mesías es uno con el del Padre.

Cuarta Razón: Siendo El Mesías uno con el Padre y el mismo Creador experimentó el Espíritu de manera ilimitada. El evangelio de Juan 3.34 dice "Pues él es enviado por Dios y habla las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin límites." (Juan 3:34 NTV)

El profeta Isaías profetiza que sobre El Mesías estará el Espíritu, algunos pasajes que podemos mencionar son Isaías 11.1, 2; Isaías 42.1; Isaías 61.1 este pasaje es especial porque tiene conexión paralela específica con el evangelio de Lucas 4.18-21 donde El Mesías claramente especifica que se ha cumplido en Él esta palabra, declarando así que Él tiene el Espíritu dado por el Padre. Juan el bautista también da testimonio de esto citado en el evangelio de Juan 1.32, 33. 

De esta manera es que Juan el bautista, siendo conocedor de las profecías dadas por Isaías, puede identificar que la cuarta razón por la cual establece la superioridad de El Mesías es porque esperimentó el Espiritu de manera ilimitada

Quinta Razón: El Mesías es supremo porque el Padre mismo, en su soberanía, le otorgó tal preponderancia. El evangelio de Juan 3.35 dice: "El Padre ama a su Hijo y ha puesto todo en sus manos." (Juan 3:35 NTV)

El pasaje que se encuentra en el evangelio de Juan 5.19–23 es muy claro para establecer este punto. Dice: Entonces Jesús explicó: "Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. De hecho, el Padre le mostrará cómo hacer cosas más trascendentes que el sanar a ese hombre. Entonces ustedes quedarán realmente asombrados. Pues, así como el Padre da vida a los que resucita de los muertos, también el Hijo da vida a quien él quiere. Además, el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo autoridad absoluta para juzgar, a fin de que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, por cierto tampoco honra al Padre quien lo envió." (Juan 5:19-23 NTV)

Al establecer todo lo anterior, a Juan el bautista no le queda mas que afirmar que su quinta razón para demostrar la superioridad de El Mesías sobre todas las cosas, es que el Padre le otorgó tal superioridad.

Por lo tanto, al pensar en todo esto, nuestra actitud debe ser la misma que tuvo Juan el bautista cuando declaró haciendo referencia al Mesías "Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos". (Juan 3:30 NTV) 

Ese es el desafío para nosotros en la actualidad que vivimos en un mundo egolátrico, humanista y narcisista. Establecer la superioridad de El Mesías sobre todo nos debe llevar a arrepentirnos de nuestras actitudes egoístas, humanistas y narcisistas, para hacer de Él nuestro Soberano y depender de Él en todo sentido de nuestra vida. 

En el próximo estudio responderemos la pregunta ¿Por qué creer en el Hijo me da vida eterna? derivada del evangelio de Juan 3.36 que dice: "Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios." (Juan 3:36 NTV)

Bendiciones!!

13 agosto 2013

El Señor es mi roca

Salmos 18:2 NVI

El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!

》Se cuenta que en una ocasión, un hombre salió en su pequeño bote a navegar. Era un día hermoso. Soleados y con buenos vientos para empujar el bote.

Después de un par de horas, el cielo cambio. Las nubes negras oscurecieron el paisaje y una fuerte tormenta se desató. 
El hombre no pudo mantener su bote a flote y finalmente naufragó. Estaba a la deriva, solo en medio de una terrible tempestad.

A lo lejos alcanzó a ver un pequeño monte que sobresalía del agua. Era una roca enorme y nadó hacia ella con todas sus fuerzas. Después de mucho esfuerzo y casi muerto, logró subir esa roca y ahí se quedó hasta que la fuerte tormenta pasara.

Después de varias horas, todo se calmó. El sol volvió a brillar con todo su resplandor y las aguas volvieron a ser tan azules como antes.

Por fin, después de mucho esperar y él sin fuerza, los rescatistas lo encontraron y lo salvaron.

Cuando por fin recuperó la noción, un amigo suyo le preguntó -¿no temblabas de miedo pensando que morirías estando en medio de la tormenta?- A lo que él respondió -¡claro que temblaba de miedo! ¡pensé que moriría! Pero la roca no tembló y eso fue lo que me salvó-《

¿Has pasado por "tormentas" que parece que te "ahogan"? ¿Has pasado por momentos tan duros que parece que ya no puedes mas? En este momento ¿te encuentras en una terrible tempestad?

Te invito a que vegas al Señor Jesucristo. La Biblia afirma que él es la roca en la que te puedes refugiar. Así como yo, has tuyo este versículo y deja que el Señor Jesucristo sea tu roca, tu salvador.

Bendiciones

Pas. David Aviña
¡Cimentados Sobre La Roca!